Esta es una mirror de la entrada correspondiente a 13 de abril en mi Facebbok
Con cierto retraso y antes el desconcierto general que muchas veces percibo, me decido empezar a compartir algunas de mis ideas sobre esta pandemia de COVID-19 que nos asola. Hasta ahora solo había compartido alguna de mis intervenciones sobre el tema en IB3 y que podéis encontrar en este mismo canal. Decido hacerlo en castellano, a fin de que alcance a un mayor número de personas que puedan estar interesadas.
El gobierno ha decidido que en el día de hoy, tal como estaba previsto, reinicien su actividad aquellos trabajadores de actividades no esenciales que no puedan teletrabajar. Por ello ha recibido las críticas de varios presidentes de Comunidades Autónomas, muy especialmente del presidente catalán, quien parece querer aprovechar esta crisis para experimentar una especie de independencia virtual en cuanto a la movilidad de sus ciudadanos, críticas de sindicatos, de grupos políticos de diferente pelaje, supuestos expertos, algunos de ellos de cierto prestigio, etc
Debo deciros que ésta no es una decisión fácil ni que pueda tomarse, desgraciadamente, a partir del resultado de una ecuación matemática. Esto no es blanco o negro, estamos en el terreno de la escala de grises, con una gama de centenares de miles de ellos. Es una decisión que, aunque deba basarse en informes científicos, se halla en el terreno de la opinión y de la política.
La decisión tiene importantes repercusiones sanitarias, sociales, empresariales y económicas. Algunos han planteado una falsa disyuntiva entre la defensa de los intereses sanitarios y económicos. Nada más lejos de la realidad. La defensa de ambos intereses debe primar de forma simultánea. Si la economía queda arrasada, cosa que no es descartable, no quedarán recursos para defendernos de una segunda oleada. ¿O no son necesarios los recursos económicos para mantener los hospitales, las plantillas de sanitarios, la producción de medicamentos y la investigación sobre las terapias contra la COVID-19? Como yo lo ven los directores generales de la OMS y del FMI en la carta conjunta del enlace que os adjunto https://www.telegraph.co.uk/global-health/science-and-disease/protecting-healthandlivelihoods-go-hand-in-hand-cannot-save/
Del mismo modo que en un tratamiento de un tumor cerebral debe aplicarse una cantidad de radiación o bien de quimioterapia suficiente para frenar el tumor y reducir sus eventuales metástasis, pero no tanta que termine con la vida del paciente, en la situación en la que nos encontramos debe aplicarse un confinamiento suficiente, pero a su vez debe quedar una economía que nos permita mantener nuestro estado del bienestar, pagar las pensiones, el sueldo de los funcionarios y las ayudas a las empresas y a los trabajadores que lo necesiten en esta situación de emergencia brutal, además de mantener un sistema sanitario que nos permita una lucha eficaz en esta crisis.
En todo caso no es de recibo que personas como el presidente catalán crean tener la verdad revelada, o la ecuación universal. ¡Cálmese, señor presidente!
En mi opinión, aunque debo reconoceros que carezco de una certeza absoluta al respecto, me parece una decisión acertada. Probablemente el estado no tiene recursos para prolongar esta situación, ya que os recuerdo que hasta ahora estos trabajadores se encontraban de permiso retribuido, por lo cual este parón ha corrido a cargo de las empresas y de los propios trabajadores, no del estado, como si lo ha sido en el caso de las empresas que se han acogido a los ERTEs.
Los datos comparativamente no son malos y en su mayoría responden al confinamiento derivado del inicial estado de alarma, no de esta última medida del parón total, pues los efectos de las medidas se producen con un retraso de entre 10 y 15 días (5,5 días de media desde que una persona es contagiada hasta que presenta los primeros síntomas + 5 días más desde que se presentan los síntomas hasta que la enfermedad es diagnosticada, según datos del propio ministerio). He ido manteniendo los datos estadísticos de la pandemia y las gráficas correspondientes, algunas de las cuales os adjunto, a fin de que se vea lo positivo de la tendencia de la pandemia en España. Adicionalmente os paso el enlace a mi Drive que contiene los datos, que he extraído de los informes de la OMS y de los propios gobiernos, así como las gráficas, eso sí, en catalán. https://docs.google.com/spreadsheets/d/1zDa6JB_rva1wPH8d0GAJplzr2OfpoY6isA29Uk04uIg/edit#gid=1381880279
Lo que sí voy a hacer es proporcionar algunos consejos adicionales para quien los quiera considerar, incluídos nuestros gobernantes:
Me parece una buena medida la recomendación de uso de mascarilla en medios de transporte público y otros lugares de aglomeración de personas. Las mascarillas básicamente protegen frente al contagio de otros. El medio fundamental para evitarlo es mantener la distancia mínima de 1 m recomendada por la OMS, cosa que probablemente es imposible en un transporte público por lo que, si no se dispone de otro medio de transporte alternativo debe usarse mascarilla. Ello se halla en consonancia con la recomendación de la OMS y del ECDC al respecto, sin embargo las mascarillas tienen también desventajas que comentaré en otra entrada, por lo cual la OMS sólo las recomienda además de en esta circunstancia, cuando se está enfermo o al cuidado de un enfermo y, obviamente para sanitarios.
Una medida importante es la ventilación de los recintos. Aquellos medios de transporte en los que exista dicha posibilidad deberían circular con ventanas y ventanillas abiertas. Debe evitarse circular con otra persona en el mismo vehículo pero, si dicha circunstancia es indispensable, debe hacerse con mascarilla y con las ventanillas abiertas (si la climatología lo permite).
Además del distanciamiento y las medidas de etiqueta respiratoria, la limpieza de las manos se ha revelado como la medida más fundamental. Sin embargo el gel hidroalcohólico, indispensable cuando uno se halla en una circunstancia en la cual no es posible la limpieza con agua y jabón, es casi imposible de conseguir. De igual modo que empieza a hacerse con las mascarillas, las administraciones deberían proporcionar, al menos, una botellita de gel hidroalcohólico del 70 % a todos y cada uno de los ciudadanos. E instar a su uso reiterado
Para terminar algunos, incluídos nuestros gobernantes, se preguntan: ¿De dónde salen los 3477 nuevos contagiados que se producen hoy mismo dado lo estricto del confinamiento? Muy sencillo: de los sanitarios, que actualmente representan un 26,3 % de los contagiados y que se mueven por todo el territorio nacional, transportando el virus de los hospitales a sus hogares y de ahí a supermercados, panaderías, farmacias y otros lugares de aglomeración de personas. Entonces ¿qué deberíamos hacer?
Aunque se trate de una medida ciertamente muy dura, los sanitarios que trabajan con enfermos del COVID-19 deberían ser aislados, no entrando en contacto bajo ninguna circunstancia con el resto de la población, tal como precisamente se hizo en China. Para ello debería contarse con hoteles aislados y proporcionárseles todo lo que necesiten (alimentos, recursos de todo tipo que pudieran requerir) de modo que fueran del hotel a sus hospitales y de éstos de regreso al hotel. En China organizaron periodos máximos de trabajo tras los cuales los sanitarios seguían cuarentenas de 14 días antes de regresar a sus vidas normales. De hecho en éste y otros aspectos no hace falta inventar nada nuevo, basta seguir los protocolos que ya aplicaron y funcionaron en China. Respecto de ello es de gran interés el protocolo de acción que publicó el Hospital Univervisario de Zhejiang (FAHZU), bajo el título de Handbook of COVID-19 Prevention and Treatment, cuyo enlace a la versión en español os adjunto https://drive.google.com/open?id=1GG8-jnAnXQxvNALpeop-h1e2HuY4PyL1
Y obviamente, tests masivos y aislamiento de los afectados, incluso leves, en esos mismos hoteles, pues de lo contrario transmiten el virus a sus familias y estás lo esparcen al resto de la sociedad. Esto también es lo que se hizo y funcionó en China.
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